Paisaje Vivo
Sirenia Muñoz Malagón
El otoño desnuda los árboles
Tapiza de hojarasca los jardines.
El viento despeina
las flores, sus pétalos
surcan el aire;
aromatizando
de violetas de jazmín,
de durazno
el entorno.
Gira sol, sol gira,
acaricia con tus rayos
el valle;
cielo azul despejado
Nubes blancas
osan cubrir tu mágica solera
en este otoño
de ambiente soñador,
de fuentes cantarinas,
remanso de paz.
Espíritu Vegetal
Árbol de ondas cicatrices
con incisiones
a punta de navaja
tu tronco es esculpido
Con corazones
Empalmados
por la flecha
de un cupido.
Fechas y nombres
que en la memoria quedan.
Heridas románticas
que ignoran al momento
el dolor
del espíritu vegetal.
Árbol
Árbol que anidas a los pájaros,
eres de suculento fruto,
un tronco de corazones lleno
de esos que los enamorados
marcan con una flecha.
Tú, inerte al dolor,
-si el amor te hace fuerte-
compartes tu sombra
con el viajero cansado.
Respaldo del estudiante
Columpio de la niña
Amigo de la soledad.
Te vistes de verde en primavera
y en otoño tus ramas
desnudas permanecen.
Te abrazas a la tierra
con raíces profundas
ni el viento, ni la lluvia
te doblegan.
Tus brazos siempre
abiertos al amor.
Árbol
que la tierra fértil
adopta
y la niña de beber le da.
No sucumbes ante nada,
Pero gran compasión sientes
cuando un enamorado
llega
a contarte con lagrimas
su enorme decepción,
su profundo dolor.
Felinos
Con ronroneos leves
paseas tu pelaje en su piel
erizándola con el cosquilleo
que causa este roce.
Te acurrucas esperando su caricia;
la invitación
para el ritual del amor.
Suave de mirada tierna
no te inmuta su presencia
ni sus garras ásperas.
Es de torpes movimientos
es natural, no sabe tratar
a criatura tan delicada.
Está habituado a la rudeza
así lo enseñaron.
¡Se cree todo un puma!
Y tú, de andar armonioso
y dulzón maullido,
tal vez tengas el don
de convertir ese puma feroz,
en tierno y manso felino.
…Pero, qué flojera.
León / Leona
Caminas majestuoso
con la gran melena al aire,
te pavoneas.
Entre tus atributos
resaltan la furia y la valentía.
Tu rugido suele ser feroz
Nos amedrentas, sin embargo,
dependes de la hembra
-clave de la manada-
pues sale de casa a la caza,
enfrenta peligros
en la gran estepa.
Ella, cuida a los cachorros,
los enseña a cazar
a sobrevivir.
¿Y tú que haces bestia?
solo sabes rugir por todo,
sintiéndote único.
Defiendes tu territorio,
destruyes para que tus genes
prevalezcan.
Pero ya sin la leona,
muerto de hambre
-acorde con Arreola-
terminarás por unirte
al sequito
de la hiena carroñera.
Mantis Religiosa
Quién tuviera el poder
de la mantis religiosa.
Caminar con sigilo
entre el barullo, observando
con sus tres ojos.
Cuidándose de los animales
que la acechan
en esta gran urbe boscosa.
Quién tuviera el poder
de girar la cabeza,
camuflarse
cuando siente peligro.
Igual que a ella
quieren poseernos, destruirnos.
Quién como tú mantis
Te defiendes, ejerces tu poder
Como las rosas, tienes espinas
Medida de protección
ante el que merodea.
Si te ataca, sujeta a tu presa
Y devora al macho.