
Virginia Santa María.
Virginia Santa María.
Ella habla un idioma sin apóstrofes,se alimenta del negro, vive
a veces, en el sonido angosto del cuchillo
al penetrar el duelo o la ceniza.
Cuentos del zar y de locos y asesinos / Virginia Santa /
Cuentos del zar y de locos y asesinos
Virginia Santa María
Viva Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.

Viva Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán.
En la ignominia
del asesinato
culminado por el peón
que le limpia el culo al amo,
esclavo de su hambre
obsesionado rastrero,
impune perro adiestrado.
Oirás las voces crecer
como huracán libertario
que cercaran
tu conciencia,
te sacaran el corazón
y lo arrojaran al olvido...
De locos y asesinos.
Cerdo corazón violento
ejecuta al sentido del absurdo,
música celeste el barboteo
de la sangre
que no coagula
antes de caer al piso.
Miente el diente
cuando ríe;
ama a la carótida
cercenada
bebiendo la energía
de la vida.
Es el tiempo de la muerte.
Aborta a la ira iracunda;
vértice, vórtice;
de este espíritu despiadado desgajando músculos,
huesos,
nervios que tiritan de lujuria.
Es el tiempo de la muerte.
Bienvenida la herencia
pendenciera
precisa y contundente
violencia razonada,
dono mi calavera predadora
suculenta, selecta, seductora,
única
en este tiempo de muerte!.
Siempre hay ahí
una herida
necia,
terca,
que nos espera
en el recoveco
en el que escondemos
a nuestra sombra predadora,
consumas homicida...
Solo la muerte nos iguala.
De locos y asesinos.
TRES POEMAS / Virginia Santa María /
TRES POEMAS
Virginia Santa María.
A Max Rojas.
El movimiento es intrínseco
a la materia,
esta nunca descansa
en el eterno continuar
de nuestra peregrinación
por la existencia;
imágenes que se suceden
y acosan la memoria,
capturando a la palabra
que lúdica;
teje con esta cotidianidad
precisa y contundente
alrededor de nuestros cuerpos
múltiples voces
que nos visten,
que fluyen impetuosas
empapándonos de vida.
Arrastrándonos más allá de la muerte.
Asegurando que la materia es eterna
en su continuo movimiento...
Cuentos de zar.
Capitulo cinco;
¡Patria libre!
Me embelesan
las perlas rojas
que se deslizan
cuello abajo
y sobre el frio filo
del machete fino
que corto de tajo
a la ignominia
feroz
que nos mantiene
tragando polvo.
!libertad!
!libertad!
El puño armado,
decidido,
homicida...
!ahi un hombre muerto,
acá un hombre libre!
De locos y asesinos.
Muerdo al viento
Muerdo al viento,
me aferro a su destino,
lo trago y vuelo
desafiando
a la realidad
terca y obcecada.
Del nahual.