
Turba de sonidos*
III
Volver,
alguien respira en la canícula del viaje,
sólo se escuchan remolinos de viento encadenado,
el vértigo de la palabra
y esta voz
con el velo del alba que se agita.
Vuelvo a nombrarte
desde la confusión de haber nacido
porque te reconozco
en cada cicatriz que me describe,
en cada rostro que amó tu rostro
y se extravió en el polvo.
IV
Ora mis pasos lanzan
espuelas de sentido,
¿cuántas veces me vi en otros ojos,
en la ceguera tibia de movimientos turbios,
en rincones de sueño en que se hunde la oración?,
¿cuántos vocablos hablaré para decir
“también soy nube que regresó a la carne”?
V
Yo te perdono Dios
desde la infancia,
desde el niño llorando
por su premonición de gota de agua,
en medio de los vientos
que dejaste para encender el fuego,
perdono al pasajero
que deja su oración
para otro nómada.
Miro los páramos
y soy la voz en el desierto:
ábrete cielo,
abre la brecha a tus caídos,
esa es la puerta que nunca se cerró.
*Poemas del libro Turba de sonidos, de reciente aparición en la editorial española Juglar: https://editorialjuglar.com/producto/turba-de-sonidos/